Culiacán, Sinaloa. Con la mira puesta en los Juegos Centroamericanos, regresan a casa los hermanos Gustavo y Arturo Valdez Chaparro procedentes de Argentina, donde lograron el cuarto lugar con la selección mexicana en la primera edición de la Copa del Mundo U23 de Softbol.
Los lanzadores, originarios del municipio de Ahome, arribaron al aeropuerto Internacional de Culiacán, en punto de las 06:30 horas de este jueves, donde fueron recibidos por José Daniel Castro, Director de Desarrollo del Deporte del Instituto Sinaloense de Cultura Física y el Deporte (ISDE), y por Jesús Alfredo Lerma Martínez, Presidente de la Asociación de Softbol.
Los jóvenes de 21 años fueron clave en el resultado para el selectivo nacional, logrando entre ambos las seis victorias que sumó México; además de 53 ponches, 32 de Gustavo y 21 de Arturo.
“Desde el primer momento que llegamos fue una aventura diferente a la que habíamos vivido, lo más cercano era el Panamericano que habíamos participado en Venezuela, pero desde el día uno fue diferente que te envuelve el mundial, la aventura fue muy buena para los dos, el equipo se empeñó muy bien en el torneo y eso era la importante”, dijo Gustavo, quien terminó con 5-2 en ganados y perdidos.
“Las victorias en lo personal fueron gracias al equipo, entré en tres de los partidos con el resultado en contra, creo que las victorias son gracias a que respondió el equipo, a mi sólo me tocó mantener los ceros, y fueron las victorias, fue gracias al bateo del equipo que se dieron las victorias”, externó Gustavo que finalizó con 5-2 en ganados y perdidos.
Con la experiencia de su primer mundial, ya piensa en el Centroamericano, “vamos a descansar y con miras al Centroamericano, ver si podemos colarnos y también seguir entrenando para hacer buen papel en el Centroamericano que es lo que sigue”, apuntó.
Por su parte, Arturo se dijo feliz por el resultado, “Regreso muy feliz, era un evento que estábamos esperando, tanto yo como todos mis compañeros de participar, en el cual nos ganamos el lugar en aquel julio del año pasado en Venezuela y contento por el lugar en el que quedamos, un cuarto lugar mundial, se dice fácil pero no lo es y aquí andamos ya en tierras sinaloenses y mañana a festejarlo con mi familia”, dijo el estudiante de Mecatrónica.
En cuanto a la vivir la experiencia de un mundial junto a su cuate dijo, “Se vive muy bien, ya habíamos compartido otros torneos, tanto en México como en Estado Unidos, creo que un mundial es lo máximo que aspira un jugador, representar a su país y hacerlo en un mundial, y tener a tu hermano a un lado es aún más satisfactorio”.
Para los hermanos Valdez Chaparro la familia es pieza fundamental, y fueron ellos quienes estuvieron pendientes a cada juego, “La familia se reunía en la casa a ver los partidos, era casa llena todos los juegos, nos mandaban videos, se volvió loca la casa cuando le dejamos en el terreno a Nueva Zelanda, es un sentimiento muy bonito que desde aquí nos estén apoyando, siempre ha sido así, es una motivación que nosotros tenemos muy en cuenta”, finalizó Arturo.